El día sábado 10 de Junio estuve en Armenia en compañía de María Zulema  rscj y Amparo Lancheros, para trabajar con un grupo de adolescentes el taller sobre “manejo de las emociones”.

El grupo muy atento, dispuesto y receptivo.  En el taller tuvimos varios momentos:

En el primer momento iniciamos con una danza de relajación para favorecer la expresión de las emociones, la comunicación corporal, la integración y la expresión social a través de su cuerpo, cubiertos sus ojos con unas pañoletas para mayor libertad de expresión.

Este ejercicio como lo manifestaron los niñ@s. Les permitió soltar algunas tensiones que traían de sus casas.

Luego tuvieron un momento de realizar actividades en pareja para lograr una comunicación verbal, visual, gestual. Al terminar el ejercicio, Carlos uno de los integrantes expresó:

Hace muchos días no me sentía escuchado; cuando le hablo a mi abuela está viendo novelas o está ocupada y me contesta úmmmmm.

Como él, se dieron muchos ejemplos similares por cuestión del celular, la televisión y el trabajo.

Lo más significativo del ejercicio fue la receptividad de cada uno de ellos para escuchar a su compañero y valorar la importancia del diálogo y la escucha y darnos cuenta cómo esto, afecta todo nuestro ser desde lo personal, lo emocional y afectivo hasta lo familiar y social. Cada uno se puso como meta tratar de escuchar a su familia, especialmente a sus padres, sin querer refutar inmediatamente lo que ellos le dicen. Comprendieron que a veces en casa los tratan así, porque ellos no escuchan la voz de los mayores.

Michel  otro de los jóvenes dijo… Sí .. A veces cuando me van a hablar yo inmediatamente contesto aaaaaa ….ya me van a regañar y pongo música.

Luego realizaron otra actividad EL TERMÓMETRO DE LAS EMOCIONES,  cada participante contaba un relato que había vivido  y cada uno en su termómetro debía medir el impacto  que esto le había generado. (Enojo, alegría, tristeza, sorpresa, miedo.).

Al terminar el ejercicio y compartir, ¡oh sorpresa!. El 80% de los participantes expresaron que su mayor reacción era el enojo .. Empezamos a dialogar porque el enojo y varios niños contestaron que así los trataban en casa y que a veces sus maestros.

Carlos compartió. Ayer (o sea el día anterior)  “ jugaba futbol  y un compañero  en el juego me estrujó, sentí tanta rabia que le pegué y fui expulsado.”

Tuvimos un trabajo previo  para aprender a identificar las emociones, aceptar  las emociones sin negarlas, ni darles otros nombres, pero cómo encausarlas para no hacernos daño ni hacer daño a los demás…

Luego de varios ejercicios de como encausar las emociones, Carlos nos dijo a todo el grupo… Voy a pedir disculpas a mi compañero porque realmente esto es solo un juego.

Me admiré el sentir un grupo muy receptivo y reactivo como ya lo expresé, lo más fue  interesante  el compartir de ellos tan sinceros y con deseos de cambio.

Luego tuvimos un master chef una torta elaborada en casa, donde todos participaron y decoraron a su gusto…

Fue un hermoso día. Gracias a la Comunidad de Armenia, donde extrañamos la presencia de María del Carmen que nos aportó  tanto en el anterior taller. Y gracias   a la provincia por generar y apoyar estos espacios de formación en los niños y niñas.

Elizabeth Gómez, rscj

Vistazo No. 1047, Junio 17 2023