Desde nuestras raíces el Espíritu nos ha impulsado a responder a las llamadas del mundo. “En este momento de la Congregación y en un mundo que nos llama a renovar nuestro compromiso con los pobres, con el cuidado de la creación, y con la causa de la justicia, nos sentimos llamadas a ser mujeres con una profunda experiencia del amor de Jesús” Seguimos “Ahondando y recreando nuestro ser de Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús en tres dimensiones fundamentales de nuestra vida: La comunidad, la vida interior y una vida sencilla”